Todo lo que sabía cuando lo sabía todo -o eso creía- he dejado de saberlo. A mis dieciocho años a penas me queda en saber una sola cosa, que te quiero, y es lo único que tengo, que puedo palpar si me abandonan mí mismo. Que te quiero, que quiero amarte... Y no suena nuevo pero es que lo digo de verdad (y es una verdad furiosa, fulminante, una verdad en vorágine o una vorágine de verdad. como quieras, que quema).
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