Necesito un continente entero para nosotros dos. Por suerte hay una infinidad de ellos que están tan bien camuflados que ningún cartógrafo los ha encontrado. Y seguirán fuera de los mapas, como una maravilla hundida, un dorado desplomado y perdido para siempre, cuando hayamos cogido la brisa que haya de llevarnos a nuestro siguiente fin del mundo.
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