A que no t'ho esperaves?

Puc dir-te les paraules més boniques en un cop d'aire

perque són vent;

susurrar-te a deu en un sol mot.

Puc fer amb el dit un retrat ondulat de l'amor sobre el teu cos

i llegir entornats, amb la llengua, els plecs, tots, de la teva ànima;

i puc ofegar-me la sed vessant-me en la teva

i esculpir meravelles de fang amb dos somnis...

Però ja ho saps que el mateix ens dona,

que les caricies són caricies com paraules les paraules,

i que els llavis frisosos i assadegats,

car encara els besos porucs,

tot floritures d'un joc nostre en que estimar és només un cop d'aire.

10 comentarios:

  Ray Haller

13 de enero de 2009, 10:55

Siento decirlo, pero me ha parecido horriblemente cursi.

  Saturnalia

14 de enero de 2009, 12:22

Empiezo a no comprender este blog...
no sólo por la lengua, sino porque ¿te criticas a ti mismo?
Asco de barreras idiomáticas =(
¡Saludos!

  Ray Haller

15 de enero de 2009, 11:23

Je. No te preocupes. No es cosa tuya; es más bien cosa de mis personalidades.

  Unknown

15 de octubre de 2009, 8:14

Palabras aunque bonitas, aunque susurradas, aunque entornadas, aunque ahogadas, aunque esculpidas, aunque amadas; son sólo palabras.
Las palabras son palabras, nunca podrán traducir una caricia.

  Charlotte B.

16 de diciembre de 2010, 9:37

A raíz de tu post "Diálisis" me ha dado por mirar al azar en el primer mes de tu archivo y me he encontrado con este poema. No es de los mejores que he visto en tu blog, ni mucho menos, pero me ha llamado la atención por el idioma. Se ve que compartimos tierra. :)
Tengo que reconocerte que, aunque el catalán es bello, adoro de una forma mucho más poderosa la lengua castellana.
En cualquier caso, y aunque mi comentario esté 'out of date', me apetece mucho hacerlo.
Si me permites, voy a decirte dos cosas que se me ocurren leyendo los comentarios:

1. Es cierto que ante un beso o un gesto cariñoso, las palabras tienen poco que hacer. Shakespeare lo enfocó magníficamente en Hamlet (me sabe mal sacar Hamlet a relucir, puesto que hay obras mejores), pero la gracia de la poesía es que el escritor coge un manojo de palabras, las ordena, las esculpe y en algún instante de ese proceso el poema cobra vida y deja de ser sólo una procesión de palabras.
Estoy segura de que la persona a la que va dirigido ese poema habrá percibido algo que no llega, pero que roza una caricia. Magia.

2. Me llama la atención tu comentario. Espero que sólo me esté pareciendo que te avergüenzas (de forma cariñosa) del poema. De otro modo podría llegar a pensar que bajo pistola te has visto obligado a cursilear, porque cualquier cosa que se haga con sentimiento no puede hacer que aparezca ni un solo brote de vergüenza. Por lo menos, no minutos después de publicarlo. ;)

P.D. Vas a tener que disculparme por la extensión. En ocasiones me explayo y no me doy cuenta de cuántas líneas llevo.
Y me reservo otra disculpa por postear en algo tan antiguo.

  Ray Haller

17 de diciembre de 2010, 7:05

Descuida. Gracias desde mi pasado. Lo has rescatado de la no existencia y lo has hecho para mí. No merecía perecer así, tan tontamente, por culpa de las limitaciones de mi memoria. Gracias por eso.
Ah... (qué feo el ah, parece que me haya quitado los zapatos después de un día de montañismo) y parece que haga tanto desde entonces que no entiendo cómo puede haber ocurrido; quiero decir, qué tantas cosas y tan importantes han tenido que ocurrirle a mi vida desde que escribí el poema para que ahora me parezca tan propio y tan ajeno como me parece. No me lo explico. Y si fueron tantas y tan importantes debería poder elegir al menos unas cuantas, pero no tengo la intuición de ninguna. Creo que será éste un motivo digno de alguna de las partes de Diálisis.

  Charlotte B.

17 de diciembre de 2010, 9:08

Es gracioso lo que me cuentas porque algo parecido me ocurre a mí últimamente. Me voy dando cuenta de que he mutado muchísimo en el último año, pero no he sido consciente durante el cambio. Supongo que es eso a lo que llaman madurez. A veces me duele, porque eso ha supuesto dejar a un lado lo que yo creía más puro de mi persona. Pero no hay nada como crecer y abrirte al mundo, beberlo y buscar tu lugar en él.

Tu comentario me ha despertado un miedo.
Espero no haber herido tus sentimientos o haber rescatado (sin querer) una historia rota que guardabas en un rincón.
En ese caso deberías disculparme. Soy muy pasional y firme defensora del amor como sentimiento guía y me dejo llevar con facilidad cuando se trata de poesía.
Espero estar equivocada.

Y añadiré que me pareces el típico (con cariño) poeta bohemio en plena Edad de Plata. ¿No te habrás equivocado de siglo?

  Ray Haller

17 de diciembre de 2010, 10:47

;) Solía pensar eso exactamente; ahora lo evito en la medida de lo posible y empiezo a aceptar que vivo en esta época que me ha dado lo de no morir de tuberculosis.

Es raro. Supongo que es razonable sentir esto que ambos hemos sentido últimamente a la vez si hemos tenido entornos parecidos (a grandes rasgos) y estamos predispuestos a sentir, pero incluso usamos la misma terminología para referirnos a ello. Y si quedaba algo de razón, ésta le ha dado paso a algo más grande cuando has llegado a este blog y luego, reduciendo aún más la estadística, te has quedado en él. Es raro lo que hacen las circunstancias con la gente además de naufragarles su pureza.

:)

  Charlotte B.

17 de diciembre de 2010, 12:31

A veces (sólo lo consigo a veces) me gusta pensar que la pureza no se pierde, evoluciona y que ser consciente de que el mundo nos transforma es el primer paso para convertirte en el artista que modela, en lugar de ser la arcilla.

  Ray Haller

17 de diciembre de 2010, 15:40

De verdad suena a algo maduro. El destello que puede separar dos páginas de una sola historia interior.

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