Después, un soneto acompasado de gemidos

Siento cómo tus pezones se doblan sobre mi pecho mientras me subes para besarme con demasiada cautela, como un animal nocturno o una experta dispuesta a ganarme la partida antes de empezar, y tus besos empiezan siendo suspiros, mimos de labios que duran un segundo y luego se acobardan. Yo me enarbolo en tu pelo con la mano, me estoy uniendo a ti por las yemas de los dedos - y el sabor a ti de tu boca.

¿Cómo ha sido? No lo sé. Un instante. El juego niños de nuestras bocas se ha desbocado en un momento. Ahora es una orgía de pieles que no ha tardado en dejar de distinguir beso de mordisco, amigo de enemigo, que es una tormenta de labios que quema con el calor de nuestras lenguas. Tu coño húmedo está desnudo sobre mí, me roza el abdomen cada vez que arremetes hambrienta de saliva. Me abrasa cada caricia suya encima de mi pene.

Respiras. Te oigo. Me respiras a mí. Luego le respiras a mi oído esa forma de respirar que ya conozco, esa urgencia que cada vez más, conforme te humedeces, se prefiere de la nariz a entre los dientes, con la boca entreabierta en la que pienso cada vez que pienso la palabra amor. Y te rozas mojada sobre mis pantalones con los ojos cerrados para notar mis latidos en tu sexo mientras juegas a estirarme hacia abajo los bordes del pantalón. Ya siento esa necesidad de hundirme en tus caderas ahora, ahora, ahora, devorándome el cuerpo desde dentro y aún llevo el pantalón. Que entrases en la habitación solamente con esa camiseta larga, sin bragas debajo, fue venir a jugar con ventaja.

-Quiero comerte la polla.

Te odio. He visto la sonrisa. Me calientas para encontrarme el límite y que te folle con angustia. Pero no deberías burlarte de mí así. Te fuerzo un beso. Te llamo puta. Te lamo el pubis con los dedos. Te estremeces. Adoro tus gemidos y ninguno tanto como el primero.

-Haremos el amor hasta al amanecer.

2 comentarios:

  Fernando García-Lima

1 de septiembre de 2009, 8:07

Nunca me atrevo con el erotismo, porque me queda cursi o demasiado sórdido... Creo que tú has conseguido el equilibrio. Me ha gustado.

  Ray Haller

1 de septiembre de 2009, 8:32

Vaya, gracias. A mí no me gusta demasiado, me lo tomé como un ejercicio para probarme.

Publicar un comentario