Royendo pétalos


¡Qué de cosas hay en el mundo! Mesas, libros, fruta, tapices, farolillos, lunas rielando... lomos de salmón, tabaco, pañuelos de seda, flores. Flores. Hay flores y de flores hay miles; tenemos amapolas -rojas, amarillas, violetas, congregadas en sus campos infinitos de las llanuras de Kazajstan-, las tradicionales rosas, lirios que parecen mujeres desplomadas de mucho parir -de nuevo embarazadas-, alhelíes pequeños, tan delicados uno a uno pero despreocupados en sus frondas, bondadosos, que crecen ya en ramos de sus tallos como racimos de coquetería natural. Luego hay cabras; cabras para comer las flores y para pisarlas. Y escopetas, para matar a las cabras de flores hechas; encastar perdigones entre jacintos y las violetas de sus vientres.

Me he inventado un roedor de las costas de China que vive para enjuagarse en los estanques. Come mariposas y algún que otro bichejo. También fuma de pipa, para atraer a las hembras. Su rutina no es complicada. Por las mañanas se desparasitan. Toda la mañana, hasta que el sol ya no hace casi sombra al los postes de teléfono; luego, como hace calor, cada uno coge un par de bolsitas de tamaño roedor cargadas con entremeses y platitos de plástico, y se les ve, solos o con compañía, yendo a sus estanques favoritos donde se quedan chapoteando hasta la noche. Está visto que a cada hora se dedican de una forma diferente a sus baños. Mientras que de mediodía, con el vapor que sale de las hierbas como si exhalasen su propio vaho templado y que levanta aquella neblina transparente, son animales activos y nadan y ríen, a medida que avanza el sol por el cielo se van cansando de sus juegos, o a caso solo sea por el influjo del atardecer que los amaina, y se les suele encontrar tumbados sobre el césped, mirando al cielo adormilados y acariciando, si es el caso, a sus parejas. Entonces participan todos de una felicidad extraña que les surge directa del alma rechoncha, de roedor, que tienen.

3 comentarios:

  Saturnalia

15 de febrero de 2009, 12:28

Sabes qué es lo malo, que tus entradas en valenciano (dime que es valenciano y que no hago el ridículo identificando idiomas xD) no las entiendo, por eso tampoco tenía mucho que decir :P
Esta entrada me ha recordado a Alicia en el país de las maravillas, no sé por qué.
¿Qué estudias? Yo en momentos de crisis recuerdo lo que me motivó a entrar en ella, y por ahora sigue funcionado... hasta el día que no me motive más.
Saludos

  Ray Haller

15 de febrero de 2009, 13:03

Sí, bueno. Valenciano está bien, mientras cuando digas mirall quieras decir espill y cosas así. Pero en serio, que es como halagador que te confundan el catalán por el valenciano en una poesía, porque el valenciano es más poético a todas luces.
Estudiar... Estudiar estudio. Te digo lo qué si no lo pregonas por ahí porque no es que me sienta demasiado orgulloso. (Dice en voz bajita que física). Y pasé del día ese en que no te motiva más mucho antes de empezar la carrera. Qué se le va a hacer. Yo tendría que ser golondrina, sienpre lo digo pero aún espero a que me salgan las primeras plumas.

  Anónimo

13 de octubre de 2009, 18:38

El texto me ha robado una sonrisa. Pero una muy grande.
Creo que lo voy a leer otra vez.

Pd.: ¿Seguro que quieres ser una golondrina? Yo te veo más como un gracioso roedor de alma rechoncha...

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